Mi hijo está en secundaria y no tengo ningún problema. Aquí les enseñan para que razonen, para que aprendan.
Mi niño ha cambiado bastante su comportamiento. Ya no es agresivo, ahora le gusta escuchar a las personas.
Aquí aprendió a leer. Me siento con más esperanzas que pueda salir adelante.
Mi hijo no podía comunicarse, era muy tímido y callado. Ahora está aprendiendo a desarrollarse, lee libros, escribe. ¡Su cambio es total!